lunes, 29 de enero de 2018

De barrera a barrera

 Sara Plazas.
Tenemos el gusto de charlar con Sara Plazas, fiel amante de la tauromaquia y de la tradición venatoria. Importante aportación para entender cómo se vive esta pasión desde una perspectiva familiar.

TC. Hola Sara, para www.territoriocinegetico.com es un verdadero placer contar con tu presencia, savia nueva necesaria para la continuidad de esta pasión. Para quienes no te conocen. ¿Quién es Sara Plazas?

SP. Sara es una mujer sencilla, con carácter y con las ideas muy claras… que está luchando por conseguir un sueño. Me encanta el campo y todo lo que le rodea. 


TC. Como dice el dicho, “de casta le viene al galgo“. Tu familia está muy ligada al mundo rural, en especial al taurino. Cuéntanos un poquito sobre ella.

SP. Mi padre desde pequeño le ha apasionado la caza y el toro. Comenzó su sueño de ser torero, comenzó a despuntar toreando becerradas… Más tarde, hará 25-27 años, empezó como responsable en la ganadería y en ella, fue donde en algún tentadero (para quien no lo sepa, es cuando se hace la selección de futuras madres del toro bravo), probó a picar alguna becerra, le gustó y se hizo picador de toros.


TC. Tu padre es picador de toros. ¿Cómo se vive desde dentro esas tardes impregnadas de nervios?

SP. La verdad que regular. Son muchas cosas las que se me pasan por la cabeza momentos antes de que salga al ruedo y el corazón que se sale del pecho. Por eso prefiero, siempre que puedo ir a verle, ver que sale todo bien… Esperar la llamada al terminar el festejo, se hace eterno.

TC. ¿Qué es para ti la ganadería El Retamar?

SP. Lo es todo. Es lo que me da vida, donde mejor me siento, donde puedo disfrutar de momentos únicos, que no están al alcance de muchos. Me considero una afortunada.


TC. Realizando un breve giro, y metiéndonos en la materia cinegética. ¿Qué modalidades practicas?

SP. Caza mayor y menor. Aunque me está llamando la atención probar también tiro con arco.


TC. ¿Nos relatas el lance o vivencia cinegética que más te ha impactado?

SP. Diría que fue la primera vez que fui al rececho con mi padre. Tendría 7-8 años, cuando vimos una piara de cochinos, había dos enormes y me dijo mi padre “no te muevas”, me quedé quieta encima de una piedra, sin pestañear, disparó, salió una llamarada del rifle increíble y le dió a los dos jabalíes. Os lo estoy contando y parece que lo estoy viendo. Lo tengo muy grabado.


TC. ¿Puedes definirnos con una oración lo que significa para ti la caza?

SP. Es un tópico, pero es una forma de vida. Es adrenalina, es superación, es alegría, tristeza… La caza son sensaciones, que hay que vivir para poder describir.


TC. ¿Qué futuro crees que le depara a la caza y al mundo del toro?

SP. Es muy difícil, por no decir imposible, que quiten la caza y los toros, por muchos impedimentos que pongan. Ahora mismo, vivimos en un mundo de hablar desde el desconocimiento, de apuntarse a las modas antitodo, de no respetar y de prohibir. La caza se ha practicado desde la Prehistoria y los toros desde la Edad de Bronce. ¿Vamos a cambiar ahora la historia? Estamos en el siglo XXI y aquí seguimos, luchando para que esto siga vivo. Porque ya no solo es el respetar una afición, un Patrimonio Histórico y Cultural de España, es salvar de que se extingan muchas especies de animales.