lunes, 7 de mayo de 2018

Carta de la web

Agua bendita.


Que una sustancia cuya molécula esté formada por dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, sea la principal fuente de vida, dependientes todos los seres vivos de ella, muestra la trascendental incidencia que resulta su valor.

España presenta un porcentaje cercano al 80% de población urbana, dato más que significativo que hace que las necesidades laborales del mundo urbanita, no sean concebidas como el agua de presente y futuro, hasta en ocasiones, esta lluvia de salud y de millones, se percibe como escollo en el que se intuye un parapeto para no desarrollar en plenitud el día día metropolitano, el jugar al pádel, tomar la fresca cañita en terraza, o simplemente dar un paseo sin el incordio de mojarse.

La realidad es fehaciente, no solo que el otro 20% de la población necesite del agua como medio directo para su actividad profesional, sino que el 300%, es decir, el computo de todos los seres vivos, esos que en Primaria estudiábamos como plantas, animales y personas, requiramos de esta bendición.

Sin ahondar en descalificaciones, el buen ecologista siempre tiene como primordial obligación moral, reconocer que el agua es más importante que cualquier atasco circulatorio que de ésta se derive. 

¡Agua!

Manu. V